Hay gente que lo adora y tiene por muchos años, hay gente que no ve la hora de sacarselo de encima (mejor dicho, adentro).
Pero como en mi tercer sesión de quimio ya estábamos luchando con el tema de las venas, finalmente decidi ponermelo.
La mañana de 11 de febrero, nos dirigimos tempranito al Saint Peters, en New Brunswick. Por supuesto, la oficina de mi medico no había enviado el referall, así que luego de esperar unos minutos, me llamaron para el pre-operatorio. Serian las 9:30 de la mañana.
Para las 11, todavia seguia ali. Si bien ya me había cambiado y una enfermera canchera me había puesto la solución intravenosa, todos eran papeles y preguntas. El medico se acerco y dijo que hasta el momento de mi procedimiento, tenia que firmar 15 diferentes papales. Y yo que pensaba Argentina era el reino de la burocracia. Parece que los hospitales compiten con el absurdo papeleo.
11:30 me llevaron para la sala de operaciones.
Un enfermero se acerco con un iPhone:
Yo -:"Que? Me estas sacando fotos?
El -:No, que musica te gusta? Rock? Pop? Clásica?
Yo -: Los ochenta. Pero que musica le gusta al doctor? (pensando que el que llevaba el procedimiento tenia que estar contento.
El -: El doctor no nos importa, acá es todo acerca de vos.
Así que, aun sedada y bajo los trapos azules de la cirugía, mi procedimiento se realizo con la musica de fondo de Michael Jackson, Paul Simon, Sting y otros. Las enfermeras tarareaban mientras controlaban todos los aparatos a los que estaba conectada. Para las 2 ya estábamos de regreso a casita.
La noche fue difícil, pero es una inversion para que de aqui en adelante, la quimio sea menos dolorosa. Todo lo que sea para sobrevivir.
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