“You have to rock your Blog!”
Es una de
esas frases que se pierden en la traducción, dicha anoche por Gabby Bernstein
en una teleconferencia.
En poca
palabras, en español diríamos “hay que ponerle onda, energía!”
Lo que sería
como escribir… ¿saltando en una pata?
Nunca fui
de esas personas “pum para arriba” soy más bien de perfil bajo, escucho y me
tomo mi tiempo para accionar. Eso no quiere decir que no tenga energía o le
ponga onda a las cosas que me gustan, solo que tengo una manera diferente de
demostrarlo.
Saltar
abrazada a desconocidos en una conferencia no me atrae tanto como una charla
inteligente hasta altas horas de la mañana. Nada como el placer de un libre
intercambio de ideas, una de las formas más sublimes de la comunicación y el
crecimiento. Y si puede ser, prefiero no ser la más inteligente en la mesa, así
tengo la maravillosa oportunidad de aprender.
Acepto que
hay gente que puede vivir siendo un resorte y llena de energía. Como
introvertida que soy, después de una de esas sesiones (que puedo disfrutar como
la que más), necesito un té de tilo.
Sola, si es
posible, o al menos, en silencio.
A veces la
figura de un líder, de alguien con éxito o de quien alcanza sus sueños se
encasilla en la imagen de una persona que entra a los saltos, grita todo el
tiempo y busca ser el centro de la atención. Carisma no es volumen, carisma es
una luz interior que se proyecta y no hace falta explica, tener chapa o un
nombre hippie.
Los líderes
más reconocidos no necesitaron de un micrófono para hacer historia. Mandela, la
Madre Teresa, son ejemplos de que una vida puede ser admirable por lo que se
hace, no lo que se dice.
Todos tenemos
distintas voces, formas y metas.
Diferentes maneras
de ponerle onda.
Solo hay
que encontrarla. ¿Cuál es la tuya?
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